La reciente reforma legislativa en Grecia, impulsada por el gobierno conservador encabezado por el Primer Ministro Kyriakos Mitsotakis, permite a los trabajadores elegir voluntariamente una semana laboral de hasta 48 horas. Esta iniciativa busca aumentar la productividad y revertir las tendencias económicas negativas, además de mejorar el bienestar de los trabajadores calificados y reducir la economía sumergida.
La inflación ha provocado que muchos empleados busquen un segundo empleo. Sin embargo, esta nueva medida tiene como objetivo mejorar las condiciones de trabajo en un solo puesto de trabajo. En cambio, esta reforma se aleja significativamente de la propuesta de la ministra de Trabajo española, Yolanda Díaz, que aboga por una jornada laboral de 37,5 horas repartidas en cuatro días.
La ampliación de la jornada laboral sólo se aplicará a determinados sectores como fábricas y pequeñas empresas, así como a los que operan de forma continua. Los sectores del turismo y del alojamiento no están incluidos en esta reforma.
Los sindicatos criticaron duramente la medida, considerándola contraria a los derechos de los trabajadores y contraria a la tendencia en otros países europeos de intentar reducir la jornada laboral semanal. Akis Sotiropoulos, del sindicato de funcionarios Adedy, calificó la reforma de “un ultraje”, argumentando que va en la dirección opuesta a la de la mayoría de los países desarrollados, que están introduciendo semanas laborales más cortas.
La ley sólo se aplicará durante períodos excepcionales de alta demanda laboral. Pero los sindicatos y la oposición de izquierda temen que se convierta en una práctica común, especialmente en un mercado laboral donde la gente ya trabaja más de 40 horas a la semana sin declarar muchas horas extras.
Anunciada por el entonces ministro de Trabajo, Adonis Georgiadis, la ley entró en vigor en un entorno laboral griego que muchos describieron como una “jungla”. Georgiadis defendió la medida ante las críticas de la ministra española, Yolanda Díaz, argumentando que su reforma era necesaria para legalizar la jornada laboral, que ya se hace de manera informal.
¿Cómo funcionará esta reforma? Las empresas que operan de forma continua pueden asignar a sus empleados una sexta jornada laboral, alcanzando así las 48 horas semanales si fuera necesario. Por estas horas extras, los trabajadores recibirán un 40% adicional a su salario diario, y si el sexto día hábil es sábado o domingo, el aumento será del 115%.
Esta medida ha sido recibida con escepticismo y críticas tanto dentro como fuera de Grecia, pero el gobierno ha argumentado que es un paso necesario para mejorar la competitividad y las condiciones del mercado laboral griego.
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